sábado, 2 de junio de 2012

2012-05-31 /// Historia Reciente del Arte en Aguascalientes /// Mario Hernández


La Historia Reciente del Arte en Aguascalientes
 
La manera de medir los acontecimientos humanos es el tiempo. Espiral infinita, la vida se desenvuelve entre el aquí y el allá, entre el antes y el después. Al igual que la piedra de Sol, el vivir es un andar de río que se  curva, que avanza, que retrocede, es dar rodeos y llegar siempre: vivir es ser puente y ser orilla. Es desmadejar los instantes en la trasparencia líquida de las horas, los minutos, los años. Es sabernos atrapados en la concha promisoria del caracol del tiempo.

¿De qué está hecho el tiempo? ¿En qué momento la historia nos interpela? La sucesión de acciones humanas ocurren casi de manera inevitable pero la historia se diluye en el acto mismo de la presencia. El tiempo como la acción humana se desvanece. De ahí que inventemos el registro como una manera de lograr la fijeza. Una manera de escapar del olvido y de la muerte.

Pero la historia ha de distinguirse de la conciencia de la historia. Otorgarnos a nosotros mismos un lugar en el tiempo es sabernos que pertenecemos a un proceso general de larga duración. Ser hombres de nuestro tiempo significa en gran medida ser capaces de reconocer el papel que jugamos en la historia. Desde ahí logramos la afirmación de un proceso transformador y dinámico. Desde ahí, se exige el derecho a participar de los acontecimientos, se exige la inclusión de aquello que ha pasado inadvertido.

Pero las historias se construyen con parcialidades, fragmentaciones y rupturas. Intentar hacer una historia amplia implica el descenso a aquellos instantes que los grandes relatos no han sabido o no han querido registrar. Es exigir el derecho a la presencia y al presente. Es ser capaces de ver en el pasado un rostro que ya no reconocemos como nuestro.

Ante el cuestionamiento: ¿Es posible construir una historia reciente del arte en Aguascalientes? La respuesta es inmediata como un chispazo ante el choque de dos piedras. Sí, es posible. El reto está en reconocer en las prácticas artísticas nuevos modelos de conservación aunados a los recientes mecanismos de la memoria, el archivo como instrumento exige desde ya, una racionalización ligada a las formas virtuales de construir y acceder al arte. La historia reciente del Arte en Aguascalientes es un capítulo en el devenir general del arte total de nuestro tiempo.


Mario Hernández González
 

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